El feminismo, es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera. Victoria Sau.
¿Qué hacer? ¿Responder a los absurdos de una asociación que niega que las mujeres somos discriminadas por el hecho de ser mujeres, que vivimos en una sociedad patriarcal en la que el hombre sigue siendo el referente? Con muchas dudas, porque de alguna manera es darles publicidad, voy a responder a algunas de las cuestiones que plantean.
Convocan una manifestación contra el ‘feminismo rancio’ utilizando el Hashtag #8M, el mismo que el movimiento feminista lleva utilizando años y dicen que ‘en femenino Si y en masculino TAMBIÉN’. Un poco de coherencia. Si ponen en sus carteles #8M deben ser conscientes de que con esta etiqueta se simboliza el largo proceso que las mujeres llevan reivindicando una sociedad más justa. El #8M representa la larga lucha del movimiento feminista por los derechos de las mujeres, por una sociedad en la que las desigualdades desaparezcan, en la que cesen los asesinatos machistas, en la que los trabajos feminizados sean valorados social y económicamente, en definitiva, es el símbolo de las feministas por un mundo más igualitario.
Dicen que protestarán por 8 mentiras, que según ellas defendemos las feministas radicales y rancias. Voy a desmontar dos de estas ‘mentiras’. Comienzo por la 5ª porque estos días se celebra el Día Internacional por la Igualdad Salarial.
5: Es mentira que la discriminación laboral, la brecha salarial y la desigualdad en las oportunidades son fruto de una sociedad patriarcal y machista. Entiendo que aceptan que las mujeres sufren/sufrimos discriminación en el empleo, en el salario y que vivimos situaciones de discriminación, ya es algo. Negar que estas desigualdades son consecuencia de que vivimos en una sociedad en la que los hombres controlan el poder político, social y económico, es decir, en una sociedad patriarcal, es cerrar los ojos a la realidad y ver el mundo con una perspectiva miope para justificar lo que no se quiere ver.
Negar que el machismo es la causa de la desigualdad que impera en la sociedad, me deja anonadada ¿Porqué se penaliza a las mujeres por ser madres? ¿Por qué se las discrimina en el empleo a pesar de tener una formación similar o superior a la de los hombres? ¿Por qué son ellas las que cuidan de hijas e hijos y de las personas dependientes? La explicación es muy clara, porque las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda en la sociedad del siglo XXI. Bajo la apariencia de modernidad y de avances técnicos, las mujeres siguen sometidas al poder masculino y son moneda de cambio en el mercado laboral. Negar que el machismo sigue imperando en nuestra sociedad significa corteza de miras y ocultar el sufrimientos que conlleva para muchas mujeres. Negar esta realidad impide poner remedio a la desigualdad y que la sociedad avance, imposibilita que las nuevas generaciones de niñas y niños puedan desarrollar todas sus capacidades sin condiciones de género.
8: Es mentira que la lucha por los derechos de la mujer y la igualdad real necesita financiación estatal y subvenciones para ser eficaz y acabar con las estructuras machistas. En la ‘mentira’ anterior negaban que las discriminaciones que existen sean consecuencia de la sociedad patriarcal y machista. Ahora parecen aceptar que las estructuras machistas si existen, lo que discuten es que sean necesarias subvenciones para ser eficaces. ¿Qué proponen para eliminar las desigualdades que sufren las mujeres? ¿Cómo lograr la igualdad de oportunidades? Supongo que no piensan que debemos esperar que la sociedad evolucione sin más, sin aplicar políticas públicas que posibiliten el cambio de mentalidad para avanzar en igualdad. Los avances sociales son siempre lentos, pero se puede y debe impulsar el cambio con medidas que no permitan las discriminaciones que sufren las mujeres por ser mujeres.
No se equivoquen, la discriminación de las mujeres, de todas las mujeres, no sólo de algunas, requiere de una voluntad política que tome medidas eficaces y penalice las desigualdades, siempre escuchado al movimiento feminista que lleva siglos trabajando por la igualdad de oportunidades, por una sociedad en la que las mujeres tengan voz, sean nombradas y puedan ser lo que deseen.