Sinopsis
Una mujer llega a una plataforma petrolífera a cuidar a un empleado que ha sufrido un grave accidente, no puede moverse y ha perdido temporalmente la visión. “Entre ellos va creciendo una extraña intimidad, un vínculo lleno de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor, del que ninguno de los dos va a salir indemne y que cambiará sus vidas para siempre. Una película sobre el peso del pasado”
Análisis
En las primeras escenas vemos a una mujer retraída, solitaria. En el despacho del director parece que carece de las habilidades básicas de comunicación, se muestra asustada, cohibida. Cuando le informan que tiene que tomarse unas vacaciones, pues lleva cuatro años sin faltar un solo día a trabajar, no parece saber qué hacer, ni tener una noción clara del mundo. El director le dice: “váyase un mes, hay sitios estupendos, aerobic en la piscina…” , ella contesta. “¿Te obligan a hacer aerobic? Da la impresión de estar fuera de la realidad.
La vemos llegar a una ciudad y entrar en un bar, allí escucha a un hombre que habla por teléfono diciendo que necesita a una enfermera, que no sabe dónde buscarla, ella se ofrece para el trabajo. Cuando llega a la plataforma percibimos el primer indicio de una personalidad diferente, responde de forma asertiva al médico, cuando éste le dice «¿ha trabajado en nuestro país?» Ella responde más o menos «¿es importante, una fractura es una fractura…?” Vemos la respuesta de una mujer profesional que no se amilana, segura, asertiva.
En su primer contacto con el enfermo su comunicación no existe, él intenta saber algo de ella, con humor trata de saber su nombre, cómo es, etc., pero ella no se comunica con él. Pero progresivamente vamos viendo a otra mujer, una persona que sonríe, el lenguaje no verbal que emplea al atenderle, su mirada, nos dice que entre ellos se está dando una comunicación, las palabras han hecho resurgir a una mujer diferente, que antes sólo hemos intuido. “¿Por qué me llama Cora?” Él responde más o menos: “Ah no, no me cuenta nada sobre usted y quiere que yo le cuente mis secretos, dígame algo de usted….”, ellas responde, “Soy sorda, llevo un aparato para oir, cuando no quiero escuchar algo lo desconecto”. Es el comienzo de la comunicación entre ellos..
Cuando vemos como se relacione con el resto de los hombres que allí se encuentran, la relación que se da con el cocinero, con el oceanógrafo o con el maquinista, hace que nos preguntemos por qué, en los cuatro años que ha trabajado en la fábrica, no ha entablado relaciones, por qué no se comunicaba. Parece que el titulo de la película nos da la respuesta: las palabras tienen una vida secreta, que desbloquean la situación de Hanna y facilitan la comunicación.
Es importante tener en cuenta que las personas actuamos de forma diferente en función de las circunstancias, del entorno en el que nos desenvolvemos. Hablar por ello de una persona asertiva, por ejemplo, no significa nada si no delimitamos el entorno, las circunstancias en la que la hemos visto desenvolverse. A veces sólo basta con un pequeño apoyo, unas palabras para sacar esas habilidades que tenemos escondidas. Hanna, en un primer momento nos ha parecido una persona carente de habilidades sociales, pero comprobamos que al contrario, es empática y asertiva cuando actúa como profesional.
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