Este post lo escribí para leerlo en un evento del Club de Lecturas Feministas de Usera, enmarcado dentro del #MarzoFeminista2022. El mes anterior habíamos comentado Una Habitación propia y decidí seguir reflexionando sobre ello.
Habla Virginia Woolf de la pobreza de nuestro sexo. De forma retorica, se pregunta qué habían hecho nuestras madres para no tener bienes que dejar a sus hijas. Tal vez, dice, habían vivido una vida de derroche y de esparcimiento. Poniendo como ejemplo a la madre de su amiga Mary, concluía que difícilmente podía haber llevado una vida disipada teniendo que criar a trece hijos.
Ha pasado casi un siglo desde que Woolf reflexionara sobre la situación de las mujeres. Hoy tenemos derechos que en aquel entonces eran impensables, tenemos formación, trabajo remunerado, podemos legar bienes materiales a nuestras hijas, pero…, me aventuro a emularla y me pregunto qué echarán en falta, qué desearían recibir en herencia, además de bienes materiales.
¿Por qué son pobres las mujeres?, se pregunta Virginia Woolf. Vuelvo a imitar a la autora y encabezo una página escribiendo en letras mayúsculas LAS MUJERES Y LA POBREZA y veo a que me lleva…
Cuidados…, trabajo no remunerado…, afecto…, cuidado de hijas e hijos…, activismo…, colaboración…, cuidados…, amor…, capacidad de…, cuidar…, estereotipos…, tareas domesticas…, trabajos feminizados.., cuidados…
En la lista que me apareció al reflexionar imitando a Woolf, el término cuidados se repite una y otra vez, por lo que me paro a pensar si será esta la causa principal de que las mujeres vivamos situaciones de pobreza y desigualdad en mayor medida que los hombres. Dado que nadie con capacidad de raciocinio defendería hoy que las mujeres son inferiores a los hombres, dado que las mujeres actualmente tienen una formación similar a la de los varones, dado que han demostrado que ejercen todo tipo de profesiones con igual eficacia que los hombres… ¿por qué en el siglo XXI siguen siendo pobres? ¿Por qué siguen siendo ellas quienes en mayor medida se ocupan del cuidado de la familia, de hijas e hijos y de las personas mayores? ¿Por qué el trabajo reproductivo sigue siendo cosa de mujeres?
Responder y profundizar sobre estas preguntas requiere tiempo, por ello remito a otros textos. Sigo leyendo a Virginia Woolf que dice: Casi sin excepción se describe a la mujer desde el punto de vista de su relación con los hombres…y esta es una parte tan pequeña de la vida de una mujer… Esta idea me lleva de nuevo a pensar cómo se describe actualmente a las mujeres, si se las sigue ensalzando al tiempo que se las menosprecia y se les limitan derechos.
Tenemos que reconocer que lo que denunciaba Woolf hace tanto tiempo sigue siendo una realidad, se habla de las mujeres como esposas de, madres, hijas, abuelas…, por poner un ejemplo, se alaba la maternidad pero se penaliza a las mujeres por ser madres, o por el mero hecho de que puedan serlo. Remito de nuevo a otros escritos sobre el tema para no extenderme demasiado.
Como he señalado antes, desde que Virginia Woolf (1929) escribiera Una habitación propia, las mujeres hemos conseguido avanzar en derechos, en oportunidades, pero aún queda mucho por hacer y, lo que es peor, el peligro de retroceder es real. Ya lo advirtió Simone de Beauvoir: No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida.
En estos momentos vemos que la derecha y la ultraderecha pretenden que los derechos logrados con el esfuerzo y el sacrificio de muchas mujeres desaparezcan. La palabra feminismo les molesta, pretenden ignorar que la violencia machista es una realidad en nuestra sociedad y quieren erradicar las políticas públicas que tan necesarias son.
La indignación que siento al escuchar a algunas/os dirigentes políticos, me lleva a pensar que si Virginia Woolf escribiera ahora seguiría denunciando que vivimos en una sociedad en la que los hombres siguen detentando el poder.
Finalizo preguntándome qué podemos hacer las mujeres para cambiar los roles y estereotipos que tanto nos condicionan, cómo podemos evitar las discriminaciones que sufrimos las mujeres, la violencia machista y las agresiones sexuales, que entiendo son la consecuencia de la desigualdad estructural que vivimos.
Como feministas, ¿qué podemos las mujeres hoy legar a nuestras hijas? Antes de eso: ¿Qué significa ser feminista?
Otro día reflexionaré sobre ello.
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