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Archive for the ‘Brecha salarial’ Category

Escribí este articulo en 2013 para le revista Fanzine Imposible 7. Lo recupero hoy porque al entrar en vigor los permisos de paternidad iguales e intransferibles, se ha abierto el debate en las redes sociales sobre si es una medida que favorece a las mujeres o no.

La situación de las mujeres, con respecto a la maternidad y los cuidados, poco ha cambiado en estos nueve años y mi opinión sigue siendo la misma. Los cuidados deben ser compartidos por los hombres, y las administraciones deben implicarse con políticas públicas que favorezcan la corresponsabilidad. Queda mucho por hacer y así lo señalaba en este artículo.

Cuidar y conciliar sí, pero…. las mujeres

Introducción

Mucho se habla de la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, pero en general se potencian medidas para facilitar que las mujeres, las madres sean las que asuman el cuidado de hijas e hijos o de personas dependientes; los hombres, los padres se quedan al margen. Cuidar de la familia ha sido tradicionalmente un trabajo realizado por las mujeres y a pesar de los grandes cambios que se han experimentado, cuidar sigue siendo «cosa de mujeres».

Se teoriza continuamente sobre la importancia de los cuidados, que si debe valorarse más, que cuidar es una tarea gratificante, que si cuidar a mayores, dependientes y bebés debe considerarse prioritario, en fin, que se debate mucho pero a la hora de la verdad poco se hace para solventar un problema cada día más acuciante.

A menudo se sigue justificando que sean las mujeres las que abandonen el trabajo remunerado de manera temporal o reduzcan la jornada laboral para hacerse cargo de las personas de la familia que necesitan cuidados, pero no se tiene en cuenta las consecuencias que acarrea a las mujeres. Como es evidente la situación es diferente si se trata de cuidar de una criatura recién nacida o de dependientes.

Maternidad/paternidad

La idea de que las mujeres, es decir, las madres, están mejor preparadas para cuidar es una explicación que no se sostiene, es un argumento esencialista. Esgrimir el instinto maternal no deja de ser una manera de naturalizar una situación que de hecho perjudica seriamente a las mujeres. Porque, ¿qué sucede con las mujeres que no son madres o las que deciden no cuidar?, ¿son menos mujeres? En alguna ocasión conocidos políticos han defendido esta idea, que es tan obsoleta y falta de fundamento que no merece la pena perder tiempo en desmontarla.

Esta pretendida defensa de la maternidad, de los derechos de las madres a cuidar de sus criaturas esconde otra realidad: la maternidad discrimina. Las madres, cuando nace una criatura, se ausentan del trabajo remunerado 16 semanas, tiempo legal de permiso de maternidad. El padre, por el contrario, solamente dispone de 2 semanas.

Esta diferencia en el permiso por nacimiento o adopción de madres y padres es la primera contradicción por razón de género que encontramos y que no tiene justificación legal. Se esgrime que es para que la madre se reponga del parto. Esto es cierto para las 6 primeras semanas, por eso son obligatorias, mientras las diez restantes puede cedérselas al padre porque son para el cuidado de la criatura recién nacida. ¿Por qué entonces los padres disponen solamente de dos semanas? Si se trata de que las niñas/os necesitan atención a tiempo completo durante un determinado periodo, ¿por qué no se facilita que los padres puedan cuidar?

Los permisos de maternidad y paternidad deben ser iguales, intransferibles y pagados al 100% para avanzar en igualdad y para eliminar la discriminación que sufren las mujeres al ser madres o por el simple hecho de que puedan serlo, es lo que se llama discriminación estadística.

Esta propuesta de permisos iguales e intransferibles y pagados al 100% es defendida por la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento o Adopción, PPiiNA. En la Proposición de Ley que dicha Plataforma ha elaborado y que se registró en el congreso en el 2012, se hace especial hincapié en que estos permisos deben ser para todas las parejas, ya que tiene en cuenta que la realidad social ha cambiado y que las parejas del mismo sexo deben tener los mismos derechos cuando tienen descendencia.

El Congreso de los Diputados ha admitido en diferentes ocasiones que esta diferencia en los permisos para madres y padres es una «disfunción en la legislación actual» y ha instado al Gobierno a que iguale los permisos de maternidad y paternidad. En la subcomisión de Igualdad del Congreso se admitió también la necesidad de igualar los permisos. ¿Por qué entonces no se amplía el permiso de paternidad? ¿Qué resistencias existen? Aunque se busquen justificaciones la realidad es que el patriarcado se resiste a permitir que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Defender la igualdad entre mujeres y hombres de manera teórica es fácil, es «políticamente correcto«, pero cuando se trata de actuar, la cosa cambia, comienzan las justificaciones.

«Cuando la situación económica lo permita«, es la argumentación para no ampliar el permiso de paternidad y que madres y padres no dispongan del mismo tiempo para cuidar, pero es evidente que esto no es más que una coartada para justificar que las mujeres dediquen un tiempo al trabajo remunerado, pero sin abandonar sus funciones de madres, esposas, etc.

Los datos no dejan lugar a dudas, sólo un reducido número de padres, 6,67%, piden excedencia para cuidar. De las mujeres que trabajan a tiempo parcial el 95,33% lo hacen para cuidar de hijas/os y otros familiares, el porcentaje de hombres es del 12,20%.

Vemos pues que ser madres o ser padres tiene consecuencias muy diferentes en lo que al empleo se refiere. Salarios más bajos, problemas para acceder a puestos de alta dirección, «techo de cristal», son algunos de ellos.

 Dependencia

Los cambios socioculturales que se han producido, entre los que hay que destacar la masiva incorporación de las mujeres al trabajo remunerado, unido a que la esperanza de vida es cada vez mayor, ha supuesto que el cuidado de personas mayores sea un problema. La Ley de Dependencia vino a dar respuesta a esta situación y a resolver la demanda de cuidados profesionales para las personas dependientes, pero tras diez años de aplicación, está muy lejos de cumplir las expectativas que provocó.

Analizada con perspectiva de género, la Ley de Dependencia presentaba algunos puntos cuestionables. Veamos:

Artículo 14.4: «El beneficiario podrá, excepcionalmente, recibir una prestación económica para ser atendido por cuidadores no profesionales, siempre que se den condiciones adecuadas de convivencia y de habitabilidad de la vivienda y así lo establezca su Programa Individual de Atención».

Artículo 18.1 «Excepcionalmente, cuando el beneficiario esté siendo atendido por su entorno familiar, y se reúnan las condiciones establecidas en el artículo 14.4, se reconocerá una prestación económica para cuidados familiares».

Aquí vamos a hablar de «cuidadoras familiares o informales«, dado que la mayoría de personas que cuidan a dependientes en el entorno familiar y que se acogen a esta medida son mujeres, cerca del 90%. El lenguaje sí importa.

La Ley establecía que las cuidadoras familiares o no profesionales, además de la aportación económica que se estable en función del grado de dependencia de la persona a cuidar, serían dadas de alta en la Seguridad Social, pero esta norma se suprimió con la reforma del 2012, que además de reducir en un 15% las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar, establece que la Seguridad Social corra a cargo de la cuidadora y también aumenta el copago.

Para hacernos una idea de las implicaciones de estos cambios debemos tener en cuenta que las aportaciones a las cuidadoras no profesionales no llega de media a los 250 € mensuales, y siempre en función del grado de dependencia de la persona a atender. Esta prestación, que se ha dado en llamar «la paguita», vista con enfoque de género, se vio desde el principio como una trampa para las mujeres.

Tengamos en cuenta que el hecho de que una hija dedique parte de su tiempo a cuidar de su madre o de su padre se ve como lo normal, «es lo que tiene que hacer»; si ahora pagan por hacerlo… ¿Cómo va a quejarse? No importa que lo que reciba por esta tarea sea una cantidad mínima, “está cobrando”, los hombres de la familia ya pueden despreocuparse. Además, ¿Qué sucede cuando la persona a quien cuida fallece? En muchos casos abandonaron el trabajo remunerado y su reinserción es difícil, bien por edad o por falta de formación.

La Ley de Dependencia contempla también que los cuidados a personas dependientes se lleve a cabo en el entorno familiar con ayuda profesional, es decir, ayuda a domicilio. El número de horas que la Ley de Dependencia proporciona está en función del grado de dependencia reconocida. Actualmente el «Grado III: Gran Dependencia», recibe entre 46/70 horas mensuales. Es decir, a una persona totalmente dependiente, se le conceden un máximo de 70 horas mensuales, que si lo distribuimos entre 30 días vemos que recibirá 2,30 horas diarias. ¿Quién cuida las 21,70 horas restantes? La respuesta es fácil: una mujer que habrá dejado de lado parte de su vida para realizar el mandato de género que la sociedad patriarcal sigue asignando a las mujeres.

Podemos preguntarnos: ¿Por qué cuidan las mujeres?, ¿por qué las mujeres «deciden» modificar radicalmente su vida cuando la madre o el padre comienzan a ser dependiente?, ¿qué les lleva a asumir los cuidados en solitario o con las hermanas, madres, cuñadas, dejando que los hombres de la familia se mantengan al margen?

A pesar de los muchos avances en lo que a igualdad entre mujeres y hombres se refiere, la división sexual del trabajo sigue presente en la sociedad y condiciona la vida de las mujeres. Como ya hemos señalado, el «trabajo de cuidar sigue siendo cosa de mujeres«. Ante esta situación, ¿cómo compatibilizar cuidados y trabajo remunerado?

Conciliación

¿Quién no ha escuchado miles de veces que es fundamental que se implementen medidas de conciliación? Las empresas, las administraciones, las organizaciones empresariales, etc., hablan constantemente de ello, pero la realidad es que los avances son lentos y cada vez un problema más acuciante. Compatibilizar la vida laboral y familiar, no digamos ya la personal, es difícil, cuando no imposible.

Son muchas las causas que impiden la conciliación. Sin pretender enumerarlas todas vamos a señalar las más importantes. En primer lugar los horarios, la jornada partida, las largas pausas para la comida, la poca o nula flexibilidad horaria, la cultura empresarial que potencia el presentismo y hace que las horas que se permanece en el lugar de trabajo sean excesivas. Esta situación supone que al nacer una criatura sea difícil compatibilizar su cuidado con el trabajo remunerado.

Como hemos señalado los cuidados recaen en las mujeres principalmente, son ellas en definitiva las que «concilian», es decir, las que reducen su jornada laboral, se apartan temporalmente del empleo o piden ayuda a abuelas/os para cuidar a niñas y niños. En el caso de las personas dependientes cuando se tienen medios económicos se busca ayuda externa, cuando no se tienen esos medios hay pocas alternativas.

No existen soluciones mágicas para solventar la situación, pero sí está claro que es imprescindible la corresponsabilidad en los cuidados, es decir, los hombres deben asumir la responsabilidad de cuidar al mismo nivel que las mujeres, pues mientras esto no se produzca, por muchas medidas que se tomen, serán las mujeres las que concilien y ello supone un coste en lo personal y en lo profesional, que tiene consecuencias en el presente y en el futuro.

Si bien es imprescindible que los hombres se corresponsabilicen en los cuidados, no es suficiente, son necesarias políticas públicas efectivas y que tengan en cuenta la realidad que vivimos.

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Los avances que con tantos esfuerzos hemos logrado las mujeres están sufriendo un retroceso desde que el #COVID19 comenzó a modificar nuestra vida, tanto en lo social, como en lo político o en lo económico. Amplios sectores de la población han visto como se destruyen sus empleos y con ello como limita su acceso a las necesidades básicas de supervivencia. Las mujeres, una vez más, salimos perjudicas de esta crisis al ser nosotras las que realizamos la mayor parte de las tareas de cuidar, esas tareas necesarias e imprescindibles, que la sociedad patriarcal nos asigna a las mujeres y que son hoy más necesarias que nunca. A pesar de ello  siguen siendo las tareas a las que les da menor valor social y económico.

Conviene no olvidar que son las mujeres, en muchos casos migrantes que trabajan en condiciones de precariedad y que no se encuentran en condiciones de exigir sus derechos, las que siguen cuidando y a menudo sin la debida protección ante el COVID19.

Ante tanta desesperanza parece una buena noticia que se hayan publicado dos reales decretos de igualdad retributiva entre mujeres y hombres y el que regula los planes de igualdad y su registro y modifica el Real Decreto 713/2010. Ambos presentan importantes novedades que esperamos y deseamos den resultados reales.

Respecto de los Panes de Igualdad (PI), desde que en 2007 la Ley orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, reguló su implantación, se pensó que era una medida importante para avanzar en el camino de la igualdad de oportunidades y de derechos de las mujeres. Trece años después los resultados no son positivos y ello se debe a varias razones.

1) La elaboración de PI era una recomendación para las empresas con más de 250 trabajadoras/es. Teniendo en cuenta que el tejido empresarial de nuestro país es mayoritariamente de PYMES, aun cuando se hubiera cumplido la legislación el resultado habría  sido insuficiente.  

2) Aunque se señalaba el deber de negociar planes de igualdad en las empresas, no se contemplaba ninguna penalización si se incumplía la legislación.

3) A menudo las empresas que elaboraban PI se limitaban a tomar algunas medidas sin hacer el diagnóstico previo imprescindible para que fuera eficaz. Un PI debe cumplir algunos requisitos previos. Me remito a un post anterior que resume los datos a analizar para elaborar un PI.

Para potenciar la elaboración de PI se creó en  2009 un distintivo empresarial en materia de igualdad para aquellas empresas que destacasen por la aplicación de políticas de igualdad. No obstante, como señala el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, los resultados fueron discretos, cuando no insignificantes, lo que contraviene la propia finalidad de la citada ley orgánica, por ello se estableció la obligatoriedad de que todas las empresas con cincuenta o más personas trabajadoras elaboraran y aplicaran un plan de igualdad. Los resultados han sido también deficientes.

En el real decreto ahora aprobado se establece el diagnóstico, como elemento esencial de la obligatoriedad de los planes, así como el desarrollo de las medidas y sistemas de seguimiento y evaluación, subrayándose la necesidad de adoptar criterios y plazos de revisión que garanticen la eficacia y adecuación de los planes de igualdad.

Por lo que respecta a la igualdad salarial, los avances son pocos y siempre relativos, ya que los roles de género siguen perjudicando a las mujeres, tanto en el acceso como a la promoción en el empleo. Por ello parece especialmente relevante que el real decreto de igualdad retributiva obligue a que todas las empresas deban tener un registro retributivo de toda su plantilla, incluido el personal directivo y los altos cargo. Esta información deberá estar desagregada en atención a la naturaleza de la retribución, incluyendo salario base, cada uno de los complementos y cada una de las percepciones extrasalariales.

La correcta valoración de los puestos de trabajo es imprescindible para eliminar las discriminaciones existentes. En este sentido el decreto dice: Conforme al artículo 28.1 del Estatuto de los Trabajadores, un trabajo tendrá igual valor que otro cuando la naturaleza de las funciones o tareas efectivamente encomendadas, las condiciones educativas, profesionales o de formación exigidas para su ejercicio, los factores estrictamente relacionados con su desempeño y las condiciones laborales en las que dichas actividades se llevan a cabo en realidad sean equivalentes. Los trabajos que mayoritariamente realizan las mujeres han sido tradicionalmente valorados peor y en consecuencia se recibe menor remuneración que los realizados por los hombres. De ahí la importancia de esta medida.

Tanto la ministra de trabajo Yolanda Díaz como la de igualdad Irene Montero, resaltaron en la presentación de los reales decretos, que el incumplimiento seria cusa de sanción.

Una vez señalada la indudable importancia que tiene la puesta en marcha de las disposiciones señaladas, hay que recordar que incluso en el caso de que se cumplieran en su totalidad, son muchas las mujeres que seguirían sufriendo situaciones de discriminación.

Las desigualdades y desequilibrios se están sufriendo a nivel global y por ello debemos estar alerta. En este sentido el informe de Forética sobre la Agenda 20/30 señala que antes de que comenzara la crisis producida por del COVID-19 ya se evidenciaba que no llegaríamos al 2030 con el éxito esperado y sin dejar a nadie atrás, hoy nos encontramos con que el  47% de los ODS podrían verse impactados negativamente, como el ODS 4, educación de calidad, o el ODS 5, igualdad de género.

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La pesada y desigual responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres perpetúa tanto las desigualdades económicas como la desigualdad de género.

 

El informe de Oxfam Intermón Tiempo para el cuidado. El trabajo de cuidados y la crisis global de desigualdad, denuncia que la desigualdad económica está fuera de control y que es consecuencia de un sistema económico fallido y sexista que valora más la riqueza de una élite privilegiada, en su mayoría hombres, que los miles de millones de horas del esencial trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado que llevan a cabo fundamentalmente mujeres y niñas en todo el mundo.

Cuidar de niñas y niños, de personas mayores o enfermas, cocinar, lavar, coser, ir a buscar agua y leña, etc., son tareas que las sociedades patriarcales asignan a las mujeres y ello tiene costes importantes para su desarrollo personal y profesional. En muchas sociedades las niñas, desde muy pequeñas, se encargan de las tareas domésticas y de cuidado. «En todo el mundo, las mujeres y las niñas en situación de pobreza asumen una parte desproporcionada del trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado, especialmente aquellas que, por pertenecer a determinados colectivos, no solo sufren discriminación por razones de género, sino también de raza, etnia, nacionalidad, sexualidad y casta. Las mujeres realizan más de tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado, y constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado«.

Los cuidados son el gran hándicap para la igualdad de oportunidades, para la igualdad de derechos entre mujeres y hombres. A pesar de que la aportación de las mujeres a la economía es fundamental, su trabajo no es valorado ni económica ni socialmente. Oxfam ha calculado que tan solo el trabajo de cuidados no remunerado que realizan las mujeres aporta a la economía un valor añadido de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica la aportación de la industria de la tecnología.

El elevado tiempo de trabajo que mujeres dedican al cuidado, en especial en la etapa reproductiva, repercute en sus ingresos, en su nivel de vida.

El trabajo remunerado de cuidados también lo realizan en su mayoría mujeres que trabajan en condiciones de precariedad y, en muchos casos, desprotegidas por la legislación. El siguiente gráfico lo refleja con claridad.

Siguiendo con el informe vemos que: El mundo se enfrenta a una inminente crisis de los cuidados, derivada de las consecuencias del envejecimiento demográfico, los recortes en los servicios públicos y los sistemas de protección social, y los efectos del cambio climático, que amenazan con empeorar la situación y aumentar la carga sobre las personas que asumen el trabajo de cuidados.

Algunas recomendaciones del informe que es imprescindible tener en cuenta:

1.- Los gobiernos deben invertir en sistemas nacionales de atención y cuidados que permitan abordar la desproporcionada responsabilidad de trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y las niñas.

2.- Los Gobiernos deben adoptar medidas para reducir drásticamente la brecha entre los más ricos y el resto de la sociedad y dar prioridad al bienestar del conjunto de la ciudadanía en vez de fomentar un crecimiento y un beneficio económico insostenibles.

3.- Los Gobiernos deben garantizar la adopción de políticas jurídicas, económicas y laborales que protejan los derechos de todas las personas que llevan a cabo el trabajo de cuidados sin remunerar y remunerado, tanto en el sector formal como en el informal. Esto debe incluir la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre la protección de las trabajadoras y los trabajadores del hogar.

4.- Combatir las normas sociales nocivas y las creencias sexistas que consideran que el trabajo de cuidados es responsabilidad de las mujeres y las niñas, dan lugar a un reparto desigual de dichas tareas y perpetúan la desigualdad tanto económica como de género.

5.- Promover políticas y prácticas empresariales que pongan en valor el trabajo de cuidados. Las empresas y negocios deben asumir su responsabilidad de contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El informe que estamos analizando se publica el mismo día que la RAE rechaza el uso de lenguaje inclusivo. Relacionar los dos informes es casi inevitable. El Informe sobre el lenguaje inclusivo en la Constitución, considera que: Son inequívocamente inclusivos en la Constitución grupos nominales en plural como niños, padres e hijos profesores trabajadores, jueces, magistrados, abogados, electores consumidores militares, funcionarios, extranjeros, ministros, alcaldes, presidentes, embajadores , etc., pues con el masculino genérico se designa a ambos sexos. Resulta cuando menos curioso que si vea necesario desdoblar cuando la constitución hace referencia a ‘princesa’. El sustantivo princesa no aparece en la Carta Magna. Sí se menciona al Príncipe. Es recomendable sustituir estas tres menciones por fórmulas coordinadas como el Príncipe o la Princesa de Asturias.

También recomienda desdoblar rey/reina. Las mujeres que no somos de la realeza no tenemos derecho a ser nombradas.

Este espacio utilizará un lenguaje inclusivo, no sexista, que nombre a las mujeres y visibilice su papel en la sociedad.

#LoQueNoSeNombraNoEsixte

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Tenemos gobierno progresista y, más allá de lo que se pueda matizar al respecto, podemos relajarnos porque la alternativa era el triunfo de la derecha y de la extremaderecha, que ya se confunden. Es mucho lo que está en juego en estos momentos, tanto desde el punto de vista de derechos sociales como de derechos de las mujeres, que como bien sabemos peligran cuando gobierna la derecha.

Un ejemplo claro lo tenemos en Andalucía. Las retrogradas propuestas de un nuevo partido con poca representación parlamentaria, pero con poder de decisión, en dicha comunidad autónoma (12 diputadas/os), que está imponiendo políticas que suponen un retroceso para los derechos de las mujeres. Las políticas públicas de igualdad andaluzas han sido referente durante años. Un solo año de gobierno de la derecha ha sido suficiente para desmontar el trabajo realizado. La Consejería de Igualdad, que dirige Rocío Ruiz, Cs, ha dejado sin financiación 241 proyectos feministas.

Tenemos, pues, que celebrar que el nuevo gobierno se comprometa a modificar la actual ley que impide a las jóvenes de 16 años decidir. Punto 7.5 del acuerdo de gobierno: Así mismo favoreceremos el acceso, a los últimos métodos anticonceptivos, a la anticoncepción de urgencia y a la interrupción voluntaria del embarazo de todas las mujeres, en el Sistema Nacional de Salud, en el marco la Ley de Salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo de 2010. Hay que recordar que una joven de 16 años pidió permiso para abortar y se lo denegaron. Tuvo el niño en una pensión sin atención médica, el padre, menor de edad, lo arrojó presuntamente al río. Esto no debe volver a pasar.

Otro compromiso del gobierno es garantizar la igualdad retributiva entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación. Espinoso tema, que requiere medidas concretas y eficientes y vigilar que se cumplan. La Implantación de planes de igualdad obligatorios es una buena medida sin duda, pero de nuevo requiere que se elaboren con corrección y se cumplan. Es este un tema que preocupa, pues la experiencia nos dice que en general se elaboran sin un diagnóstico previo y, en muchos casos, se limitan a señalar medidas que por ley tendrían que estar implantadas. Confiemos que a partir de ahora la ley se cumpla.

Una medida que celebro de manera particular es la equiparación de los permisos de maternidad/paternidad. Es mucho el tiempo que muchas personas hemos dedicado para sensibilizar sobre la importancia de que sean iguales, intransferibles y pagados al 100%. Es cierto que quedan algunas cuestiones por resolver, pero el gobierno se compromete a solventarlas. Es una medida importante que si se complementa con escuelas infantiles de cero a tres años y con horarios más racionales, facilitará la conciliación de mujeres y hombres en las diferentes facetas de su vida. Falta por ver cómo se va a potenciar la corresponsabilidad de los hombres en el cuidado.

El apartado 7.2. dedicado a las violencias machistas, dice: Desarrollaremos todas las medidas pendientes del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, incorporando a nuestro ordenamiento lo dispuesto en el Convenio de Estambul para prevenir y erradicar todas las formas de violencia que sufren las mujeres. Es urgente que se haga cuanto antes. El Convenio de Estambul fue ratificado por España en 2014.

Tomaremos como una cuestión de Estado la libertad y la reparación de las mujeres que sufren violencias machistas y, para ello, desarrollaremos las medidas necesarias para que los procesos de denuncia y judiciales tengan perspectiva de género y que el conjunto de profesionales que intervienen en ellos tenga la formación necesaria. Impulsaremos el sistema VioGén para incrementar y mejorar la seguridad de las víctimas. Blindar que solo sí es sí. Son estas algunas de las medidas que se proponen, todas necesarias y que no pueden esperar.

En el punto 7.3 se habla de erradicar la trata de mujeres con fines de explotación sexual, favorecer la dignidad de las mujeres. En este punto falta hablar de la abolición de la prostitución, no se puede hablar de igualdad de oportunidades mientras haya mujeres explotadas en los burdeles, en los prostíbulos.

Se posicionan sobre los vientres de alquiler (7.7) La explotación reproductiva está prohibida en nuestra legislación, en coherencia con las recomendaciones del Parlamento Europeo. Los vientres de alquiler socavan los derechos de las mujeres, especialmente de las más vulnerables, mercantilizando sus cuerpos y sus funciones reproductivas. Y por eso, actuaremos frente a las agencias que ofrecen esta práctica a sabiendas de que está prohibida en nuestro país.

Empleadas del hogar (1.11.) Culminaremos con carácter prioritario la plena integración en el Régimen General de la Seguridad Social de las empleadas del hogar a lo largo de la legislatura. Firmaremos y ratificaremos el Convenio número 189, de 2011, de la Organización Internacional del Trabajo sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos. Ya va siendo hora de que las miles de mujeres que trabajan cuidando tengan los mismos derechos que el resto de trabajadoras/es.

Mejoraremos las cuantías en el nivel mínimo y en el acordado de Dependencia (2.3.3) Se realizará un esfuerzo gradual para mejorar la financiación del nivel mínimo y se recupera el nivel acordado derogado por el Partido Popular. La financiación debe de ser de carácter finalista, a través de la recuperación de los convenios de acuerdos financieros entre Estado y comunidades autónomas que se derogaron en 2012. Veremos cómo se concreta esta medida, que ya se ve claramente insuficiente para abordar las deficiencias que se detectan en la atención a las personas dependientes. Desarrollar la ley de dependencia es fundamental, mientras que no se atienda de forma adecuada a las personas dependientes, las mujeres seguiremos cuidando con todo lo que ello implica.

Celebramos que haya de nuevo un Ministerio de Igualdad, que el nuevo gobierno se declare feminista. Con esperanzas de que se produzcan avances pronto. Estaremos alerta.

 

 

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«Maldigo la poesía concebida como un lujo

cultural por los neutrales

que, lavándose las manos, se desentienden y evaden,

maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse«.

 

Tras unos meses de inactividad, vuelvo con el nuevo año a publicar en este espacio. Al comenzar a escribir me vino a la mente la poesía de Gabriel Celaya: La poesía es un arma cargada de futuro. Viene a cuento porque en estos momentos críticos para nuestra sociedad, es importante posicionarse, comprometerse.

Leí en el muro de Facebook de una amiga una frase de Marcela Lagarde que refleja el compromiso de este blog desde 2009 y que continúa siendo primordial: Lo que el Feminismo se plantea radicalmente es la igualdad plena entre hombres y mujeres. Este será mi compromiso, a lo que me comprometí desde la creación de este blog.

Aprovecho para dar las gracias a quienes a pesar de la baja actividad del último año habéis seguido visitando el blog, muchas de México, Ecuador, Estados Unidos, Perú o Chile. En 2019 las personas leyeron uno o más artículos fueron 114.402. Es verdad que muchas menos que en 2018 que fueron 164.369, pero también es cierto que la actividad era mayor y que en el último año publiqué mi libro Caminando hacia la igualdad. Un proyecto profesional personal y político, que recoge una pequeña parte de lo publicado en los diez años de vida del blog. El objetivo era analizar los avances que se habían producido en las políticas públicas de igualdad. Con ello sigo.

En los últimos días hemos vivido momentos de tensión al ver como la extremaderecha mantenía en el Parlamento una actitud más propia de bravucones que de parlamentarias/os. Finalmente hemos podido relajarnos: tendremos gobierno progresista. Celebramos esta nueva etapa, lo que no significa que pensemos que todo está hecho. Soy consciente del largo camino que nos queda por delante y que tendremos que trabajar duro para que las promesas del nuevo gobierno se hagan realidad.

En los discursos del debate de investidura y en los acuerdos del gobierno de coalición, vemos que se comprometen con algunas de las cuestiones que desde el movimiento feminista se vienen reclamando, medidas contra las violencias machistas, igualdad salarial, permisos de paternidad, planes de igualdad, dependencia, lenguaje inclusivo, corresponsabilidad y cuidados, etc. Con otras cuestiones el compromiso no está tan claro, es el caso de la abolición de la prostitución, cuestión imprescindible si queremos alcanzar la igualdad efectiva, pues mientras haya mujeres explotadas, la igualdad no será posible.

Todos estos temas los analizaré en el blog, pues el objetivo final de este espacio feminista es, como no puede ser de otra manera, eliminar el patriarcado, objetivo prioritario del feminismo.

 

 

 

 

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Manisfestación MadridCada 8 de marzo las mujeres salimos a las calles a exigir nuestros derechos, a recordar que queda mucho por hacer para lograr la igualdad. Este año se convoca de nuevo una #HuelgaFeminista laboral, estudiantil, de cuidados y de consumo y manifestaciones en muchas ciudades. Estos días recordamos con emoción las grandes movilizaciones y manifestaciones del año pasado.

Cuando faltan pocos días para la #HuelgaFeminista2019 el movimiento feminista ya está organizando actividades en las calles, en las plazas o en los mercados para que este año las ciudades sean de nuevo un clamor contra el patriarcado, contra un modelo de sociedad que nos oprime y minusvalora, que permite los abusos sexuales a niñas y a mujeres, que no cuestiona la #JusticiaPatriarcal que minimiza las violaciones, que no se posiciona cuando las mujeres son asesinadas por ser mujeres, por no cumplir los roles de género que la sociedad les ha asignado.

Hay #1000Motivos para convocar una #HuelgaFeminista, para salir a las calles, para seguir demostrando que las mujeres no vamos a permitir que nuestros derechos retrocedan. Como señalaba hace unos días, las feministas estaremos alerta ante la insensatez de algunos partidos que pretenden decidir sobre nuestras vidas, sobre nuestros cuerpos.

Este #8M comienza con polémicas y desencuentros, con diferentes visiones de lo que se debe reivindicar ese día. El movimiento feminista, como cualquier movimiento social, no es homogéneo y existen diferencias. Las manifestaciones son espacios amplios en los que cada una podemos hacer hincapié en aquellos aspectos de la discriminación de las mujeres que más consideremos fundamentales para alcanzar esa sociedad igualitaria a la que aspiramos y a la que tenemos derecho.

En lo que seguro estamos de acuerdo todas las feministas que hacemos huelga y salimos a las calles el #8M es en que el objetivo del feminismo es eliminar el patriarcado. Sobre ello escribo en la Revista Digital Aschel.

Mis argumentos fundamentales para salir a la calle el #8M2019 son:

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  • Violencias machistas. Cada día muchas mujeres sufren agresiones, abuso sexual, violaciones y son asesinadas, por ser mujeres. #NiUnaMenos.
  • Explotación sexual de las mujeres. Las #ProstituciónEsExplotación. Las mujeres no somos objetos para el disfrute masculino. #AboliciónProstitución.
  • Trata. Cada día mujeres y niñas son compradas como si fueran mercancía por redes mafiosas que las captan en sus países de origen. Son recluidas en locales inmundos en condiciones de extrema precariedad. Los proxenetas se lucran a su costa en este inmundo negocio en el que las mujeres sufren todo tipo de vejaciones. Trata y prostitución son dos caras de la misma moneda. #NoAlaTrata.dav
  • Vientres de alquiler. La mal llamada #maternidadsubrogada, supone comercializar el cuerpo de las mujeres, los deseos no son derechos, los cuerpos de las mujeres no son mercancía y las niñas y los niños no se compran. No se puede justificar esta práctica con subterfugios como el de la ‘libre elección’.
  • La pornografía cosifica a las mujeres y es la escuela de la prostitución. Las tecnologías permiten que los jóvenes, casi niños, vean prostitución y normalicen los abusos y violaciones como si fueran lo natural en las relaciones sexuales. #ContraLaPornografía
  • Políticas de igualdad, que eliminen la precariedad que sufrimos las mujeres, para poner fin a la feminización de la pobreza. Las mujeres somos discriminadas en el mercado laboral por ser madres, por cuidar a las personas dependientes, por realizar la mayor parte de las labores domesticas. La brecha salarial y los trabajos feminizados, mal remunerados y sin reconocimiento social, la falta de derechos de las trabajadoras domésticas, son causa de pobreza durante la vida laboral y en la jubilación.
  • Coeducación desde la primera infancia. Por una educación libre de estereotipos.
  • In memoriam. Para recordar los esfuerzos de todas las mujeres que nos precedieron.

    Dia de la Mujer manifestaciones Nueva York

    Dia de la Mujer manifestaciones Nueva York

Podría seguir sumando razones, pero seguro que entre todas llegamos a los #1000Motivos para la #HuelgaFeminista2019.

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El feminismo, es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera. Victoria Sau.

 

#8MSeguimos¿Qué hacer? ¿Responder a los absurdos de una asociación que niega que las mujeres somos discriminadas por el hecho de ser mujeres, que vivimos en una sociedad patriarcal en la que el hombre sigue siendo el referente? Con muchas dudas, porque de alguna manera es darles publicidad, voy a responder a algunas de las cuestiones que plantean.

Convocan una manifestación contra el ‘feminismo rancio’ utilizando el Hashtag #8M, el mismo que el movimiento feminista lleva utilizando años y dicen que ‘en femenino Si y en masculino TAMBIÉN’. Un poco de coherencia. Si ponen en sus carteles #8M deben ser conscientes de que con esta etiqueta se simboliza el largo proceso que las mujeres llevan reivindicando una sociedad más justa. El #8M representa la larga lucha del movimiento feminista por los derechos de las mujeres, por una sociedad en la que las desigualdades desaparezcan, en la que cesen los asesinatos machistas, en la que los trabajos feminizados sean valorados social y económicamente, en definitiva, es el símbolo de las feministas por un mundo más igualitario.

Dicen que protestarán por 8 mentiras, que según ellas defendemos las feministas radicales y  rancias. Voy a desmontar dos de estas ‘mentiras’. Comienzo por la 5ª porque estos días se celebra el Día Internacional por la Igualdad Salarial.

5: Es mentira que la discriminación laboral, la brecha salarial y la desigualdad en las oportunidades son fruto de una sociedad  patriarcal y machista. Entiendo que aceptan que las mujeres sufren/sufrimos discriminación en el empleo, en el salario y que vivimos situaciones de discriminación, ya es algo. Negar que estas desigualdades son consecuencia de que vivimos en una sociedad en la que los hombres controlan el poder político, social y económico, es decir, en una sociedad patriarcal,  es cerrar los ojos a la realidad y ver el mundo con una perspectiva miope  para justificar lo que no se quiere ver.

Negar que el machismo es la causa de la desigualdad que impera en la sociedad, me deja anonadada ¿Porqué se penaliza a las mujeres por ser madres? ¿Por qué se las discrimina en el empleo a pesar de tener una formación similar o superior a la de los hombres? ¿Por qué son ellas las que cuidan de hijas e hijos y de las personas dependientes? La explicación es muy clara, porque las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda en la sociedad del siglo XXI. Bajo la apariencia de modernidad y de avances técnicos, las mujeres siguen sometidas al poder masculino y son moneda de cambio en el mercado laboral. Negar que el machismo sigue imperando en nuestra sociedad significa corteza de miras y ocultar el sufrimientos que conlleva para muchas mujeres. Negar esta realidad impide poner remedio  a  la desigualdad y que la sociedad avance, imposibilita que las nuevas generaciones de niñas y niños puedan desarrollar todas sus capacidades sin condiciones de género.

8: Es mentira que la lucha por los derechos de la mujer y la igualdad real necesita financiación estatal y subvenciones para ser eficaz y acabar con las estructuras machistas. En la ‘mentira’ anterior negaban que las discriminaciones que existen sean consecuencia de la sociedad patriarcal y machista. Ahora parecen aceptar que las estructuras machistas si existen, lo que discuten es que sean necesarias subvenciones para ser eficaces. ¿Qué proponen para eliminar las desigualdades que sufren las mujeres? ¿Cómo lograr la igualdad de oportunidades?  Supongo que no piensan que debemos esperar que la sociedad evolucione sin más, sin aplicar políticas públicas que posibiliten el cambio de mentalidad para avanzar en igualdad. Los avances sociales son siempre lentos, pero se puede y debe impulsar el cambio con medidas que no permitan las discriminaciones que sufren las mujeres por ser mujeres.

No se equivoquen, la discriminación de las mujeres, de todas las mujeres, no sólo de algunas, requiere de una voluntad política que tome medidas eficaces y penalice las desigualdades, siempre escuchado al movimiento feminista que lleva siglos trabajando por la igualdad de oportunidades, por una sociedad en la que las mujeres tengan voz, sean nombradas y puedan ser lo que deseen.

 

 

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Tras la moción de censura se ha abierto un tiempo de cambio y esperanza y Pedro Sánchez ha dado respuesta a las demandas de las mujeres, del movimiento feminista.  El gobierno que ha formado no sólo es paritario, sino que cuenta, por primera vez, con más mujeres que hombres. Lo que también hay que destacar es que son mujeres con un gran recorrido profesional y político, esto demuestra lo que desde muchos ámbitos se viene señalando: Hay muchas mujeres preparadas para ocupar puestos de poder, ya sea político, económico, mediático

Cuando conocemos estos datos llega también la noticia de que Lina Gálvez, conocida economista y feminista, ha sido nombrada consejera de Salud de la Junta de Andalucía y que Soledad Gallego Díaz, será directora de El País. Tanto tiempo esperando, exigiendo que se tenga en cuenta a las mujeres, reclamando que tengan voz… y hoy por fin celebramos que en la nueva etapa política que se inicia las mujeres tienen la palabra.

Llevamos mucho tiempo reivindicado que se deje de ningunear a las mujeres, que no puede ser que cuando se trata de buscar personas expertas en temas científicos, económicos, periodísticos, políticos, etc., sólo se cuente con hombres. Hemos reclamado muchas veces  en las redes sociales:  #NoSinMujeres. Desde ahora nadie se atreverá a decir que no hay mujeres preparadas. Pedro Sánchez las ha encontrado en un plazo récord, no parece que fuera tan difícil, sólo hacía falta voluntad, querer hacerlo.

Hay otras cuestiones que se plantean ahora. ¿Se seguirá hablando de Consejo de Ministros? Sería una incongruencia que siendo mayoría de mujeres no se las nombrara. El lenguaje inclusivo debe comenzar a utilizarse desde todos los ámbitos y hacerlo bien. El lenguaje sí importa, porque lo que no se nombra no existe.

Otro peligro nos acecha ahora que hay tantas mujeres ministras. Ya lo vimos ayer, lo que preocupaba era su estilo de vestir. Apenas conocimos sus nombres ya leímos titulares con comentarios en este sentido. En esta nueva etapa esperamos que los medios de comunicación comiencen a nombrar a las mujeres por sus logros, a cuestionarlas si no cumplen lo que prometen, pero por favor, olvídense de sus vestidos y peinados, es indigno además de sexista.

Escribo esto mientras quienes componen el nuevo gobierno están jurando o prometiendo su cargo. Creo que vivimos un momento histórico, que mucho debe al movimiento feminista,  que desde hace tiempo está señalando que a las mujeres no se les puede dejar de lado, que las reivindicaciones feministas deben estar en la agenda política de manera clara. El hecho de que la vicepresidenta, Carmen Calvo, sea también ministra de Igualdad nos hace pensar que la igualdad será aplicada de forma transversal en todos los ministerios, en todas las políticas. Violencia de género, brecha salarial, techo de cristal, trabajadoras domésticas sin derechos, cuidadoras informales en situaciones de precariedad, permisos de maternidad/paternidad igualitarios para avanzar en la corresponsabilidad en los cuidados… son sólo algunos ejemplos de lo que esperamos que más pronto que tarde cambie.

#SiConMujeres

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La creación del Ministerio de Igualdad en 2008 fue una medida primordial, pues implicaba poner en primer plano la necesidad de implantar políticas de igualdad. Estuvo presidido por Bibiana Aído. Joven, mujer, ministra…, tres cuestiones por las que fue criticada desde su nombramiento. Como señala Nuria Varela (Cansadas, 2017), «Si aún no habíamos hecho nada, no había gestión, ni siquiera habíamos presentado en el Congreso las líneas de trabajo ni los objetivos de la legislatura, ¿a qué venía tanta crítica? ¿En qué se sustentaba?».

La aprobación de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, fue un hito en muchos aspectos, entre ellos el aumento del permiso de paternidad, que pasó a ser de dos semanas. La Ley 9/2009, de 6 de octubre amplía para 2011 el permiso de paternidad a cuatro semanas. Esta medida se fue retrasando y no entró en vigor hasta enero de 2017. Los hombres en su mayoría han disfrutado de dicho permiso (en torno al 93%, según la SS).

La Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles, PPiiNA, fue creada en 2007 y su objetivo es que los permisos de maternidad/paternidad sean iguales, intransferibles y pagados al 100%. Tiene elaborada una Proposición de Ley que ha presentada a los grupos parlamentarios para que sea debatida en el pleno.

Por qué era necesaria la Ley de Igualdad y por qué es necesaria la reivindicación de la PPiiNA

A pesar de los profundos cambios que se habían producido en España en las últimas décadas del pasado siglo, los roles de género seguían muy presentes en la sociedad en 2007, siendo el rol de cuidadoras el que más influía en el acceso, permanencia y promoción en el trabajo remunerado. Las mujeres se ausentan del puesto de trabajo cuando sus criaturas enferman, son ellas las que reducen su jornada o solicitan excedencias para cuidar de sus hijas/os, lo que tiene importantes consecuencias para las mujeres.

La Ley de Igualdad se presentó como una vida de solución, pero a día de hoy no ha tenido los resultados previstos. Poco ha cambiado la situación desde 2007. Son las mujeres las que trabajan mayoritariamente a tiempo parcial y lo hacen principalmente para cuidar de hijas e hijos, sufren discriminación en el salario (brecha salarial), en la promoción (techo de cristal) y en todo lo relativo al empleo.

Como vemos en los gráficos, el trabajo a tiempo parcial es ‘cosa de mujeres’ y la razón de optar por reducir la jornada laboral es el cuidado de hijas e hijos menores de 14.

Presentación1La brecha salarial de género se mantiene a lo largo de los años y no tiene trazas de desaparecer. Como vemos en el gráfico, la brecha salarial de género se sitúa en el 14,9% si tomamos como referencia el salario/hora. Pero es mucho más elevada si tomamos como referencia el salario bruto anual, 35.7%.

 

 

Esta diferencia se debe a que se analizan factores como: los complementos salariales, el trabajo a tiempo parcial, la segregación vertical y horizontal, las menores tasas de empleo y actividad o los trabajos feminizados.

Aún queda mucho camino por recorrer, las mujeres se han incorporado masivamente al empleo pero los hombres no lo han hecho en la misma medida en el cuidado familiar. Ser madre era y sigue siendo un hándicap para las mujeres. Por ello la PPiiNA sigue reivindicando que los permisos de maternidad/paternidad sean iguales, intransferibles y pagados al 100%, porque esta medida tendrá una influencia decisiva en la eliminación de la desigualdad de género[i].

[i] Este Artículo fue publicado en Público «La revolución de todas». http://www.publico.es/mujer/ley-igualdad-ley-necesaria-suficiente. Esta versión incluye  gráficos.

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El 22 de febrero se celebra el ‘Día Internacional por la Igualdad Salarial’, pero este año el debate ha comenzado pronto debido a que el presidente del gobierno ha demostrado una falta de sensibilidad que no tiene justificación ante la discriminación que sufren las mujeres. Parece que el hecho de que en España las mujeres cobren de media entre el 14,9% y el 35,7%, menos que los hombres, no parece ser cosa del gobierno. Esto queda reflejado en el siguiente gráfico, en función los datos que tomemos como referencia: salario/hora o ingresos anuales.

Brecha Salarial de Género

Elaboración propia a partir de datos de  Eurostat

Las mujeres cobran menos que los hombres por realizar tareas similares. Hace unos meses el Tribunal Superior de Justicia de Canarias declaró nulo por discriminación de género el pacto salarial de un hotel de Tenerife por considerar que el plus que recibían los camareros de sala, 85% hombres, discriminaba a las camareras de piso, 92% mujeres. Aquí estaríamos hablando de salario/hora y situaciones como ésta son bastante comunes.

Siempre que se habla de brecha salarial de género la pregunta obligada es por qué esta discriminación. Es más, se argumenta que las mujeres se han incorporado más tarde al trabajo remunerado y que la diferencia se igualará con el paso del tiempo, o se duda de que las mujeres cobren menos que los hombres. Se suele decir ‘en mi empresa las mujeres cobramos igual que los hombres’,  pero hay muchos aspectos que subyacen al computar el salario y que son más comunes de lo que creemos. Veamos:

  • Las mujeres ocupan puestos peor remunerados y que no se corresponden con su formación académica.
  • Los trabajos realizados por las mujeres están peor valorados económica y socialmente.
  • Las mujeres trabajan a media jornada en mayor medida que los hombres.
  • Los puestos de mayor responsabilidad están ocupados por hombres, son ellos los que deciden quien promociona, quien cobra pluses, etc.

En definitiva, el poder económico está en manos masculinas y, una vez más, debemos recordar a Celia Amorós cuando habla de los ‘pactos entre pares’. La ‘brecha salarial total’ se debe a estos factores y como hemos visto es donde la diferencia salarial es mayor.

Una de las principales causas de la desigualdad salarial es la diferencia en el uso del tiempo de mujeres y de hombres. Las mujeres siguen empleando mucho más tiempo en trabajos no remunerados que los hombres. Son ellas las encargadas del cuidar a sus criaturas al nacer y como consecuencia las empresas las consideran como menos disponibles para el empleo. Es decir, que la maternidad discrimina. Por el contrario ser padres supone un plus.

¿Para cuándo permisos de maternidad/paternidad iguales e intransferibles como viene defendiendo desde hace años la Plataforma PPiiNA? Algunos partidos llevan en su programa electoral esta propuesta, pero parece que les cuesta llevar la Proposición de Ley que tiene elaborada la PPiiNA al Pleno del Congreso. ¿Hasta cuándo vamos a tener que esperar por una medida que se sabe posibilitará el cambio de roles de género?

La brecha salarial entre mujeres y hombres no tiene justificación y no puede esperarse que las diferencias vayan desapareciendo de forma gradual. Según el Informe Mundial sobre la brecha de género de 2017, a nivel mundial la brecha salarial de género se está ampliando. Es, pues, necesario que se tomen medidas y que se penalice el incumplimiento de la ley. No se entiende que se vea mal sancionar a las empresas que incumplan la legislación en materia de igualdad, cuando en cualquier otra cuestión las sanciones son lo normal.

Un salario menor influye en el hoy y en el mañana, la esperanza de vida es cada vez más elevada y la pensión de jubilación de las mujeres es inferior a la de los hombres, según UGT un 37%. Además, separarse del trabajo remunerado para ocuparse de la familia supone que, en muchos casos, las mujeres no llegan a cotizar para cobrar una pensión contributiva, viéndose abocadas a vivir muchos años de forma precaria.

 

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