A la memoria de Dori Fernández Hernando,
ella nunca se callaba.
A menudo cuando pensamos escribir sobre alguna cuestión nos retiene pensar que no tenemos suficientes conocimientos sobre el tema en cuestión, que ya han escrito otras más expertas, que no tiene interés, en fin, que no compartimos públicamente nuestra opinión. Al leer el artículo de Chimamanda Ngozi Adichie que dice: El silencio es un lujo que no podemos permitirnos… que no debemos escribir esperando apoyo, que hay que escribir porque no podemos permitirnos el silencio, pensé que hoy escribiría sobre todas esas injusticias ante las que no podemos quedarnos calladas.
Basta leer la prensa para hacer un relato de las cuestiones ante las que debemos posicionarnos. La cofundadora de ‘Save a girl, save a generation’ Hayat Traspas Ismail declaraba en una entrevista que a su madre cuando tenía cinco años le enviaron a comprar una acuchilla con la que la mutilaron y que 45 años después aún siente cómo le corto esa cuchilla. En Somalia la mutilación genital femenina se práctica al 90% de las mujeres. Me parece muy importante cuando dice: No es algo cultural, no es algo religioso, es algo que se ha hecho para controlar a la mujer. Ante esta realidad no podemos estar calladas.
Leo que en Afganistán muchas mujeres siguen teniendo que pasar por la humillante prueba de la virginidad. La ginecóloga y obstetra Tamana Asey cuenta que en Afganistán y otros países se sigue permitiendo esta aberración que condena a mujeres, casi niñas, al ostracismo social en sus comunidades si quienes al examinar la forma y el tamaño de su himen y en base a su morfología declaran: Nunca he visto esta forma, así que no puede ser virgen. El objetivo de la asociación a la que pertenece Tamana Asey es que esta práctica, que no tiene ninguna base científica, legal ni humanitaria, desaparezca. Esta práctica se mantiene en muchos países. ¿Nos vamos a callar?
Sabemos que las empleadas del hogar no tienen los mismos derechos laborales que el resto de trabajadoras/es, esto ya de por sí sólo es inaceptable y no debemos permitirlo, pero hay mucho más. Según el informe de Cáritas: Vulneraciones de derechos laborales en el sector agrícola, la hostelería y los empleos del hogar, las empleadas del hogar, temporeras/os en el sector agrícola o quienes trabajan en la hostelería reciben un trato humillante, se les retiene la documentación o han sido objeto de violencia física. ¿Nos callamos?
Itziar Prats, madre de las niñas asesinadas por su padre, ha relatado en un comunicado el calvario por el que pasó, cómo pidió ayuda a las administraciones sin encontrar respuesta.
Itziar Prats, madre de las niñas asesinadas por su padre, ha relatado en un comunicado el calvario por el que pasó, cómo pidió ayuda a las administraciones sin encontrar respuesta, a pesar de que quien fuera su pareja había dicho: Cuidado con lo que haces, vais a terminar todos muertos y yo en la cárcel. Su médico si la creyó y denunció los hechos, pero tampoco fue escuchado, la policía consideró que ‘el riesgo era bajo’. A día de hoy nadie ha asumido responsabilidades.
Juana Rivas ha denunciado al padre de sus hijos en Italia por considerar que están siendo maltratados, como escribe el hijo mayor. Ha tenido que entregarlos al padre. ¿Van a estar protegidos esos niños? ¿Vamos a permitirlo?
Miles de mujeres son explotadas y obligadas a prostituirse, las mafias negocian con ellas como si de una mercancía se tratara, aun así hay quienes piensan que se debe legalizar esta práctica, que explota a mujeres y a niñas. ¿Cómo es posible que se pretenda que la prostitución es un trabajo que se elige libremente? No puedo entender que haya partidos políticos que no tengan un posicionamiento claro y se digan feministas, o que se posicionen abolicionistas y no hagan nada. Declararse abolicionista debe llevar implícito tomar medidas inmediatas para que las mujeres tengan otras opciones de vida. No me puedo creer que aún no se haya ilegalizado el sindicato denominado ‘Organización de trabajadoras sexuales’, hay medidas que no pueden esperar, que se deben abordar de inmediato.
Podría seguir señalando las cuestiones ante las que no debemos callarnos, pero las señaladas pueden ser una buena base para comenzar a denunciar, a posicionarnos, porque no podemos permitirnos el lujo de mantenernos calladas.