La puesta en marcha de Planes de Igualdad en las empresas implica necesariamente la elaboración de un diagnóstico previo para evaluar la situación de la que se parte. El diagnóstico debe ser lo más exhaustivo posible, pues en él se fundamentarán las acciones que se deban poner en marcha para lograr que la igualdad de oportunidades sea real. Es importante que se forme un grupo de trabajo o que una persona de la empresa se encargue del seguimiento de todo el proceso.
Es evidente que muchas empresas van a elaborar planes de igualdad porque les obliga por la Ley, porque parten de la idea de que en su empresa no existen desigualdades y que el Plan de Igualdad no es más que una molesta obligación, sin más interés para su empresa.
Elaborar un Plan de Igualdad comporta dedicar recursos para su implantación, hacerlo sin un análisis de la situación de partida puede implicar no rentabilizar los recursos empleados.
Yo quiero animar a las empresas a elaborar un buen diagnóstico sobre la situación de la plantilla, analizando:
- Los sistemas de acceso y promoción.
- Las categorías profesionales.
- Las remuneraciones, fijas y variables.
- Desarrollo de la carrera profesional de hombres y de mujeres.
- La formación.
- Antigüedad en la empresa.
- Tipos de contrato.
- Puestos que ocupan mujeres y hombres.
- Número de mujeres en puestos de responsabilidad, etc.
Estos serían algunos de los indicadores a estudiar. Si una vez analizados y evaluados se ve que la situación de hombres y mujeres es realmente equiparable, tal vez sea cierto que no es necesario un Plan de Igualdad, en caso contrario es el momento de cambiar ideas preconcebidas y comenzar a actuar.
igualdad y conciliación 