Llega el verano y comienza para muchas familias una larga carrera de obstáculos para poder compaginar su tiempo de trabajo con la atención a sus hijas/os. ¿Qué hacer para que niñas y niños estén atendidas/os?
Las soluciones que más se adoptan son enviarles con sus abuelas/os, apuntarlos a campamentos de verano, cursos de idiomas, ludotecas para las/os más pequeñas/os. Charo Nogueira en ¿Concilia qué? (S.O.S acaba el cole) citaba a Michelt Bachelett para destacar que los cambios en el trabajo del cuidado siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres.
De nuevo se vuelve a sacar a debate el tema de la conciliación y la eterna cuestión de si el cuidado de hijas/os, en este caso durante las vacaciones, afectan por igual a ambos sexos.
En un grupo de twitter en el que de forma habitual debatimos, se planteó esta cuestión y una de las contertulias, @irene_gp escribía en su blog sobre el tema. Estoy de acuerdo con ella cuando demanda valorizar el trabajo del cuidado, pero difiero cuando habla de corresponsabilidad. Dice: Prolongar obligatoriamente las bajas paternales puede conducir – tal vez no en tu caso, seguro que no, pero sí en otros muchos – a una situación en la que la madre no sólo tenga que cuidar de sus hijos, sino que además tenga al macho alfa apalancado en casa, incordiando.
Ante esta idea mi pregunta es ¿convivimos con personas tan ineptas que siempre serán una carga para nosotras? No vamos a negar que habrá hombres para quienes el permiso de paternidad sea una forma de tener vacaciones sin ocuparse de sus hijas/os, pero considero que para otros muchos sería la forma de comenzar a corresponsabilizarse del cuidado, de cambiar los roles que nos influyen y afectan a unas y a otros y va marcando nuestras vidas.
Educar en la corresponsabilidad no es fácil, cambiar las estructuras sociales lleva tiempo, pero si queremos que mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades y los mismos derechos no queda más remedio que seguir avanzando. Hay que educar a niñas y niños para que puedan desarrollar esas capacidades que les van a permitir adecuarse a los cambios sociales.
Hola 🙂
Obviamente para la mayoría de nosotras la presencia del padre durante la baja maternal sería de gran ayuda. Pero cuando uno legisla imponiendo deberes (igual que cuando se hace con los derechos) tiene que hacerlo priorizando a los colectivos más desfavorecidos, porque si no, es peor el remedio que la enfermedad. Nosotras somos unas privilegiadas, no podemos avanzar desde nuestra situación, hay que avanzar desde la posición del que está más retrasado, porque si no lo que se consigue es ampliar la brecha. Por otro lado es más fácil que la gente acepte cambios cuando los considera un derecho que cuando le son impuestos. Si queremos que los padres se involucren tenemos que conseguir no sólo que puedan hacerlo, sino que quieran hacerlo. No dudo de que haya ya muchos que piensen así, pero por las cifras que se manejan en excedencias o reducciones de jornada, aún son la inmensa minoría.
Por otra parte la independencia (aunque sea la independencia para criar a los hijos) de las mujeres no puede pasar por su dependencia de un hombre. Si eres independiente (porque tienes tus necesidades cubiertas) y el papi es corresponsable genial, tendrás una familia feliz. Y si no lo es, como eres independiente, genial, puedes prescindir de sus servicios. Es la vida, que da muchas vueltas.
Saludos 🙂
Hola Irene
Cierto que la legislación no soluciona los problemas pero es importante para poder abordarlos. Es evidente que si un padre no quiero disfrutar el permiso de paternidad no tiene que hacerlo, pero debe potenciarse que lo hagan y con una buena legislación se avanza.
También coincido en que la independencia de las mujeres nunca debe pasar por su dependencia del hombre, faltaría más. Hoy día los modelos de familia son diversos, de lo que se trata es de que cada familia o persona pueda compatibilizar trabajo, familia, vida personal… Cierto que suena utópico pero «seamos realistas pidamos lo imposible» era un lema de los 80.
La felicidad nunca debe depender de nadie, se puede ser tan feliz teniendo pareja como viviendo sola, pero si se vive en pareja que sea con todas las consecuencias¿No crees?
dejar la responsabilidad en una de las partes (quien lo duda, la mujer) es que alguien está en posición de desventaja y eso nunca puede ser bueno.
Seguiremos con el tema que da para mucho
Saludos
Ángeles
El problema principal es que la baja maternal es exigua y no hay dinero. Las mujeres entonces no cedemos ni una mínima parte y si tenemos la suerte de poder coger una excedencia o una reducción de jornada lo hacemos porque cuando nos toca hacerlo nuestros niños son muy pequeños y dependen biológicamente de nosotras, más que de los padres. Es nuestro derecho, pero fomenta el círculo vicioso. Las diferencias biológicas existen y no pueden ni ser ignoradas ni constituir una desventaja. Por eso, si proteges primero la maternidad después puedes fomentar la paternidad, pero no puedes hacer esto último si no has hecho lo primero, porque entonces seguimos perdiendo derec hos, en lugar de en favor de los empresarios, en favor de los hombres. Y los maridos no tienen porqué ser para toda la vida, los hijos y tus derechos sí. Más cuando algunas de las diferencias biológicas, como el derecho a la lactancia por ejemplo, son parte importante de la sexualidad femenina (y de la de los niños, fase oral). 😉
Una vez conseguida una baja maternal decente, flexibilidad laboral, etc, para las madres, podemos empezar a ocuparnos de los padres. Se podría hacer en paralelo, pero es cuestión de dinero, como siempre y hay que priorizar. Si ahora se legislara para la equiparación de la baja paternal yo querría cogérmela también, porque prefiero dejar a mis hijas al cuidado de terceros a las 32 semanas que a las 16. Y si no pudiera cogérmela, porque fuera exclusiva para el papi, me indignaría, mucho. Porque estaría cedíendole mi derecho a cuidar de mis hijos cuando aún son diminutos. Algo, que, sinceramente me pide el cuerpo (en forma de estupendas mastitis, por ejemplo). El problema son esas míseras 16 semanas.
Te dejé un post en el blog, que me enrollo como las persianas (anda que no me gusta debatir, hehe).
Saludos otra vez, un placer charlar con vosotras.
Es normal que no avancemos cuando a los padres de las criaturas se les considera terceros , como si fueran el vecino de la esquina.por supuesto el tercero no tiene derecho ni deber de cuidar a los hijos de la madre (que los ha tenido por paternogénesis por supuesto).
1.En el momento que se acaba la lactancia materna , fuera excusas de «solo la mujer».
2.Existe el sacaleches.
3.La infancia es muy larga.Este post se titula «Vacaciones escolares y roles de género».
Cuando el niño o la niña ya tiene 4 años , no existe ninguna razón para que el problema sea solo de la madre.Es puro sexismo.
4.Acepto la razón de la lactancia materna , pero me ha molestado que el padre sea considerado un tercero….
Anónima , joven , sin hijxs.
Desde mi punto de vista hay que trabajar por permisos paternales iguales e intransferibles. Con ello no solo se avanzaría en eliminar las desigualdades de género, sino que ayudaría a dejar de lado la idea de que los hombres no sabe y/o no pueden cuidar, ya sea a hijas/os u otros miembros de la familia.
La separación de los hombres de estas tareas no sólo les perjudica a las mujeres, también es negativo para ellos, para sus hijas/os.
Defender un permiso de paternidad intransferible no implica negar las ventajas de la lactancia, supone defender que los hombres tienen los mismos derechos y obligaciones que las mujeres con respecto a su descendencia y además hijas/os también ganarán si su madre y su padre les cuidan.
Corresponsabilizarse del trabajo del cuido es positivo para toas y todas y es la mejor manera de eliminar los estereotipos de género que confinan a las mujeres al espacio doméstico.
Saludos
Ángeles
Opino lo mismo que tú .Mucha suerte con tu blog.
[…] que planteaban diferentes puntos de vista muy interesantes Ángeles Briñón e Irene García en “Vacaciones escolares y roles de género” y “Libertad, Libertad” […]