Según el «Informe Global sobre Desigualdad de Género 2012» que elabora anualmente el Fondo Económico Mundial (WEF), España desciende 14 puestos (del 14 al 26) en lo que se refiera a equidad de género. Es el séptimo informe que se realiza y mide la capacidad de los países para eliminar la brecha de género en cuatro áreas:
- La participación y oportunidades en la actividad económica.
- Los logros educativos.
- La salud general.
- El empoderamiento político.
La mayoría de los países han logrado disminuir la brecha en educación, pero persisten las desigualdades en lo que se refiere al mercado laboral, la participación económica y la igualdad de oportunidades.
En el informe se señala que «aunque ningún país ha alcanzado todavía la igualdad de género, todos los países nórdicos, con la excepción de Dinamarca, han cerrado la brecha en más del 80 %, sirviendo de modelo para el resto de la comunidad internacional».
Estos países «han hecho posible que los padres hagan compatibles trabajo y familia, lo que ha resultado en altas tasas de participación laboral femenina, mayor reparto en el cuidado de los hijos y una distribución más equitativa del trabajo en casa».
El análisis que la prensa ha hecho de este informe, como siempre es muy diverso, resaltando uno u otro de los datos. Es muy interesante el resumen que hace El Faro de Vigo, donde podemos leer: El informe subraya también la generosa política en materia de bajas maternales y paternales, cuya consecuencia ha sido tanto un incremento de la tasa de natalidad como de reincorporación de la mujer al mercado laboral en combinación con la maternidad. Esta situación se compara con la de otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como Alemania, Japón, Italia y España, donde políticas insuficientes en este sentido «hacen que tanto las tasas de nacimiento como de participación laboral de la mujer sean más bajas».
Cada día somos más las personas y organizaciones que defendemos que es imprescindible avanzar en corresponsabilidad para eliminar las desigualdades de género, el informe avala esta idea. En los países en que los permisos de maternidad/paternidad son más igualitarios, las desigualdades de género son menores. Hace sólo unos días veíamos que Noruega ha aumentado el permiso de paternidad a 14 semanas.
Hace unos días la Comisión de Igualdad aprobó la Proposición no de Ley presentada por CiU, que instaba al Gobierno a “avanzar hacia la equiparación de los permisos de nacimiento, adopción y acogimiento entre ambos progenitores de forma que ambos cuenten con el mismo período personal e intransferible, eliminando las disfunciones existentes en la legislación actual al respecto y, singularmente, evitando la subrogación de derechos que han de ser individuales».
Otro factor que quiero señalar es la relación entre igualdad de género y natalidad. Hemos visto que según el informe que estamos analizando, la falta de políticas adecuadas «hacen que tanto las tasas de nacimiento como de participación laboral de la mujer sean más bajas». En España la natalidad ha descendido de un 1,38 en 2010 a 1,35 en 2011, lo que supone que no se llega a la tasa de remplazo generacional.
La pregunta que ante estos datos tenemos que hacernos es por qué si está demostrado que igualando los permisos de madres y padres se favorece la natalidad y se eliminan las desigualdades ¿Qué impide que avancemos en este terreno? ¿Por qué se retrasa la ampliación del permiso de paternidad que según la Ley de Igualdad debería entrar en vigor en 2013? Hemos visto que existe unanimidad en los partidos políticos con representación parlamentaria en que dichas medidas serían positivas. Seamos consecuentes y no pongamos la crisis como pantalla para avanzar por el camino que, no sólo puede servir para avanzar en igualdad entre mujeres y hombres, sino para crear una sociedad más igualitaria.
Si en el Siglo XX las mujeres, abrimos la puerta del espacio público y ahora somos corresponsables del rol tradicional masculino de provsión económica de la familia, es hora que los hombres en el Siglo XXI abran la puerta del espacio privado y se corresponsabilicen del cuidado de la prole y del trabajo doméstico.
Esa es la parte que falta, cuando no hay corresponsabilidad las consecuencias para las mujeres siempre son negativas. Las ventajas serán para toda la sociedad.
Sólo avanzando en este campo podremos lograr la igualdad real.
Saludos
Ángeles